jueves, 21 de agosto de 2014

La Cacha: reconocen en fotos a uno de los imputados

 Por un álbum de fotos, la esposa de uno de los sobrevivientes cree que Claudio Grande participó en el operativo en el que secuestraron a su marido, quien ya declaró vía teleconferencia.

Ana María Sabio, fue testigo del secuestro de su esposo, Alberto Omar Diessler

Por Pablo Spinelli - spinellipa@gmail.com  -  Foto: Eva Cabrera

La esposa de un sobreviviente La Cacha identificó este miércoles, a través de la observación de un álbum de fotos, a un hombre que cree es uno de los que participó en el operativo realizado en su casa, cuando secuestraron a su marido. Se trata, según específico el Tribunal después de realizado el reconocimiento, del acusado Claudio Grande. Es la persona que llega al juicio bajo sospecha de haber participado como guardia en ese centro clandestino de detención, con el nombre “Pablo” como alias.

La testigo en cuestión es Ana María Sabio, esposa de Alberto Omar Diessler, un ex delegado gremial de YPF que pasó cinco años y ocho meses privado de su libertad, luego de haber sido arrancado de su casa de Ensenada, el 19 de abril de 1977.

Es precisamente a la noche del secuestro a la que hizo referencia la mujer cuando dijo estar en condiciones de intentar reconocer a al menos dos de las “doce o quince personas” que irrumpieron.

“Esta persona puede ser una de ellas, puede ser la que me preguntaba insistentemente por mi bebé”, manifestó Sabio al marcar dos de las fotos que le mostraron. Minutos después, cuando la testigo ya se había retirado de la sala, por secretaría se leyó la identidad del hombre en las imágenes señaladas.

La noche del operativo fue dos días después de que naciera el hijo mayor de la pareja. Y ese mismo día la mujer había sido dada de alta y retornado a su casa de la calle Bolivia y casi San Martín, en Ensenada.

Allí esperó que Diessler, su marido, volviera de su jornada en YPF donde trabajaba y era delegado gremial, y de la cursada en la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) donde estudiaba Ingeniería Mecánica. El hombre llegó, fue a ducharse y justo cuando terminaba irrumpió la patota.

“Llegaron en varios autos, golpearon violentamente la puerta y las ventanas, y cuando abrimos irrumpieron contra mi marido, preguntándoles por un tal ‘Cacho’”, recordó la mujer. Después narró que durante el procedimiento, y ante el llanto permanente del bebé, uno de los hombres que participó le preguntaba insistentemente por su fecha de nacimiento. “Sin duda el niño parecía una presa deseable”, interpretó.

El de este miércoles no fue el único reconocimiento positivo que tuvo Grande. La diferencia esta vez es que por primera vez lo ubican fuera de La Cacha, en un operativo. Las anteriores identificaciones fueron realizadas por sobrevivientes que cree que es uno de los guardias.

También ha habido reconocimientos negativos, en los que la foto señalada como las del imputado “Pablo” era la de Estanislao Chiara Vieyra, otro integrante del Batallón de Inteligencia 101, supuestamente vinculado con tareas de inteligencia.

Consejo de guerra. El otro aporte de la testigo tiene que ver con el derrotero de su marido tras el paso por La Cacha. Recordó entonces cuando un llamado anónimo, presuntamente de un preso común, avisó a su familia que Diessler estaba en la Comisaría Octava, donde finalmente pudo localizarlo tres meses después del secuestro, junto a otros presos que hasta ese momento estaban detenidos clandestinamente.

Habló también del Consejo de Guerra al que su marido fue sometido después de su localización, por supuesto encubrimiento de una asociación ilícita, y la condena a seis años que cumplimentó casi en su totalidad en la Unidad 9 de La Plata.

La de este miércoles fue la primera vez que Sabio aportó su testimonio en una sede judicial. Anteriormente sólo había comparecido ante el ACNUR en Río de Janeiro, durante su primera parada hacia el exilio. Su marido declaró el mes pasado vía videoconferencia desde Copenhague, donde reside.

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