jueves, 26 de noviembre de 2015

Piden elevar a juicio oral la causa por los crímenes en el Pozo de Banfield

Los fiscales Marcelo Molina y Juan Martín Nogueira presentaron el requerimiento ante el Juzgado Federal N° 3 de La Plata, a cargo de Ernesto Kreplak. 

Es la primera vez que la Unidad Fiscal que interviene en casos de terrorismo de Estado en La Plata acusa por delitos sexuales en la instancia de elevación. Entre los acusados, se encuentran Jaime Smart, Miguel Etchecolatz y Jorge Bergés.

La causa que investiga los delitos de lesa humanidad cometidos en el Pozo de Banfield está en manos del Juzgado Federal N° 3 de La Plata, a cargo de Ernesto Kreplak, quien deberá definir si se eleva a juicio oral y público. El pedido fue presentado por el fiscal general platense Marcelo Molina y el fiscal ad hoc Juan Martín Nogueira, quienes acusaron a 15 ex militares, dos ex funcionarios civiles bonaerenses y tres ex policías por los hechos cometidos contra 252 víctimas en uno de los centros clandestinos de detención, tortura y exterminio más grandes que funcionaron en la provincia de Buenos Aires. Entre los acusados, están el ex ministro de Gobierno bonaerense, Jaime Smart; el ex director general de Investigaciones de la Policía Bonaerense, Miguel Osvaldo Etchecolatz y el ex médico policial, Jorge Antonio Bergés.

El pedido de elevación se presentó el 5 de noviembre pasado y expresa: “El objeto de este requerimiento está referido a distintos hechos que se relacionan con la privación ilegal de la libertad, aplicación de tormentos, violencia sexual, homicidios y la sustracción, retención y ocultamiento de las víctimas, todos integrados al plan criminal implementado durante la última dictadura”. Esta es la primera vez que la Unidad Fiscal que interviene en casos de terrorismo de Estado, en La Plata, acusa por delitos sexuales en la instancia de elevación a juicio. Hasta ahora, el pedido de ampliación se realizaba durante las audiencias de debate oral.

De esta manera, los imputados llegarán a juicio formalmente imputados por esos crímenes. Según publicó el portal Fiscales, dependiente de la Procuración General de la Nación, Molina y Nogueira reseñaron los testimonios de víctimas sobrevivientes y de testigos de diversos hechos y concluyeron que “la violencia sexual fue parte del conjunto de crímenes cometidos en el CCD”. En esa línea, sostuvieron que su “persecución penal, cualquiera sea el encuadramiento típico que se les otorgue, es imprescriptible”.

El Pozo de Banfield
El ex centro clandestino de detención conocido como “Pozo de Banfield” se encuentra entre los más significativos del esquema represivo de la provincia de Buenos Aires, durante la última dictadura cívico militar. En la esquina de Siciliano y Vernet todavía puede verse el edificio de tres plantas, con unos 25 metros de frente por unos 20 de fondo. Allí, hoy funciona uno de los tantos Sitios de Memoria.

En la planta baja, estaba montada la dirección operativa del centro clandestino: la oficina del jefe, la sala de torturas y otras dependencias. En el primer piso, se encontraban algunos calabozos y la estructura administrativa: oficinas, comedor y casino de personal, cocinas y baños. En el segundo, los calabozos ascendían a 24, divididos en dos sectores. En uno, alojaban a los hombres; en el otro, a las mujeres.

En el Pozo funcionó la Brigada de Investigaciones de Delitos contra la Propiedad y Seguridad Personal, desde octubre de 1974 hasta enero de 1977. Fue entonces que pasó a formar parte de  las Direcciones de Investigaciones, Seguridad e Inteligencia de la Policía de la provincia de Buenos Aires. Como centro clandestino, funcionó entre 1974 y 1978: se registraron 182 detenidos y se detectaron diversas funciones, según la época. Fue depósito –paso previo al “traslado” o legalización–, centro de tortura y, esencialmente, una de las maternidades clandestinas más atroces de la región. Según una investigación de Abuelas de Plaza de Mayo, filial La Plata, al menos 16 embarazadas pasaron por allí, de las cuáles sólo una fue liberada. En estas celdas, fueron vistos por última vez los estudiantes secundarios secuestrados en los episodios conocidos como La Noche de los Lápices.

Los acusados

Además de Smart, Etchecolatz y Bergés, llegarán a juicio el entonces secretario de Gobierno –devenido en juez federal, ya en democracia– Juan María Torino, acusado junto a su jefe Smart por su rol de contralor sobre la Policía bonaerense; y el ex comisario y segundo jefe de la División Delitos contra la Propiedad, Enrique Augusto Barre. Entre los militares que llegarán a juicio, se destaca el caso del ex prófugo miembro del Destacamento 101 de Inteligencia de La Plata, Ricardo Luis Von Kyaw, quien fue deportado desde Panamá cuando las autoridades de ese país lo descubrieron con documentación falsa. Apenas pisó el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, en la Argentina, quedó detenido.

La lista se completa con el sub jefe del Comando de la Subzona 11, Héctor Humberto Gamen; el jefe del Regimiento de Infantería Mecanizada 3 de La Tablada, asiento del Área militar 112, Federico Minicucci; y los siguientes ex miembros del Destacamento de Inteligencia 101: el capitán de Caballería, Miguel Ángel Amigo; el capitán de Infantería a cargo de la Central de Reunión y, luego, jefe de la Sección Reunión Interior, Carlos María Romero Pavón; los jefes de  Contrainteligencia y del Grupo de Actividades Especiales, Roberto Armando Balmaceda y Ricardo Armando Fernández; el oficial de la Sección Central de Reunión, Gustavo Adolfo Cacivio; el jefe de la Sección Operaciones Especiales, Jorge Héctor Di Pasquale; el jefe de Actividades Psicológicas, Guillermo Alberto Domínguez Matheu; los capitanes Carlos Gustavo Fontana, Carlos del Señor Hidalgo Garzón y Anselmo Pedro Palavezzati; el jefe de la Sección Central de Reunión, Emilio Alberto Herrero Anzorena; y el segundo jefe del Destacamento, Antonio Herminio Simón.

jueves, 3 de septiembre de 2015

Fuera el cómplice Marín del gremio del Estado

Exigimos a la conducción nacional y provincial de ATE la expulsión del gremio de Juan Carlos Marín, por colaborador y cómplice civil de la dictadura militar argentina.

En el juicio  que se está desarrollando en La Plata, Fuerza de Tareas 5º, donde están siendo juzgados los represores de la Armada y la Prefectura Naval por los crímenes de lesa humanidad de la dictadura que llevaron adelante en la zona fabril de La Plata, Berisso y Ensenada, desapareciendo a decenas de trabajadores del Astillero Río Santiago, del frigorífico Swift, de Propulsora y de la Destilería YPF están apareciendo declaraciones sobre el rol colaboracionista y delator de la directiva de ATE-Ensenada durante la dictadura militar y de la continuidad de estos personajes en los cargos directivos y listas oficialistas de ATE en la actualidad. 

Ex delegados del Astillero Río Santiago declararon, sobre los dirigentes de ATE de aquellos años, que: "nunca hicieron nada para defendernos" y que "señalaron a los compañeros como activistas". Como así también  que cuando estuvieron detenidos en la comisaría de Ensenada "se presentó el secretario de ATE local, Juan Carlos Marín y los sindicó como Montoneros".
Al día de hoy, Juan Carlos Marín ocupa el cargo de secretario de Finanzas en el Centro Nacional de Jubilados y Pensionados de ATE, siendo candidato, en las elecciones que se desarrollaran el 2 de septiembre, a vicepresidente por ese centro en la seccional Ensenada por la Lista Blanca de ATE Ensenada (Verde provincial). 

Los abajo firmantes reclamamos la inmediata separación del cargo y la expulsión del gremio del colaborador de la dictadura, Juan Carlos Marin, mientras  avanzamos en la lucha por juicio y castigo a todos los genocidas y sus cómplices civiles, por todos los compañeros.

domingo, 23 de agosto de 2015

Un represor de la Marina violó la prisión domiciliaria

A juicio con un arsenal en casa

Durante la 5ta audiencia del juicio a la Fuerza de Tareas 5 el represor Juan Carlos Herzberg “ofreció” al tribunal las armas que posee en su casa donde, pese a 2 condenas anteriores, goza del beneficio de la domiciliaria. La farsa del control de ejecución de las preventivas y un tribunal que olvida lo sucedido con Jorge Julio Lopez.

Por HIJOS La Plata

Durante la 5ta audiencia del juicio que se lleva adelante en La Plata por los crímenes de la “Fuerza de Tareas 5” de Armada y Prefectura en Ensenada, Berisso y La Plata, quedó al descubierto la fragilidad con que justicia Federal intenta llevar adelante estos procesos, en franca exposición a males mayores sobre los testigos.
Luego de escuchar a los sobrevivientes Carlos Perdomo, Jorge Arri, Luis Córdoba, María del Carmen Miranda y Luis Bloga, el Tribunal Oral 1 de La Plata se propuso resolver algunos planteos de las partes sobre la “situación” de los represores imputados. Más temprano se había anunciado que sólo se encontraban presentes 4 de los 8 juzgados, que salvo uno cumplen prisión preventiva domiciliaria. Entre los ausentes estaba Juan Carlos Herzberg, oficial de la Marina que actuó como Director del Liceo Naval y Comandante de la FT5 entre febrero del '77 y el mismo mes del '78. Herzberg y el Tribunal 1 de La Plata son viejos conocidos: en 2010 se lo condenó a 10 años de prisión por la apropiación de la hija de desaparecidos María Natalia Suarez Nelson Corvalán, y en 2014 a otros 12 años por “complicidad en el Genocidio perpetrado durante la última dictadura” en 3 casos de secuestros juzgados en el proceso referido al CCD “La Cacha”. Pese a ello le sostuvieron la prisión domiciliaria, aún iniciado el tercer proceso que recae sobre él, esta vez específicamente por el plan represivo de la Armada en nuestra zona. Ahora el Tribunal lo tiene a disposición acusado sólo por la privación ilegal de la libertad de que fue víctima el desaparecido Mario Horacio Revoledo en mayo del '77. En abril pasado le había prorrogado la preventiva por 6 meses, y perdió la oportunidad de constatar su poder de fuego.
Sin haber informado antes a las mayoría de las querellas de los organismos de DD.HH., el tribunal hizo leer una resolución que anunciaba que en un allanamiento de noviembre pasado se habían encontrado municiones en el departamento de Luis María Campos al 1400 de CABA, donde el marino “cumple” el cómodo arresto.
Luego el TOF 1 informó que la fiscalía había pedido pericias para determinar si las municiones estaban en uso y si se correspondían con las armas que Herzberg había declarado poseer, eso sí bajo custodia de su hijo y su yerno. El asombro de las querellas, muchas de las cuales habían pedido la revocatoria de las domiciliarias al inicio del proceso, comenzaba a crecer, teniendo en cuenta que el hijo del represor es el fiador de su domiciliaria.
En lectura de corrido, los jueces informaron que Herzberg había presentado un escrito “poniendo a disposición del tribunal” las armas en cuestión.
La pericia del Registro Nacional de Armas (Renar) trocó el asombro en indignación para los pocos presentes en la sala: se informó que el reo tenía la credencial de portador vencida desde abril de 2009 y que su hijo estaba inhabilitado por el organismo a portarlas. Pero la mayor sorpresa fue al escuchar el verdadero arsenal que el marino ocultaba en su casa, o en poder de sus familiares: 11 armas de fuego, 8 calificadas “de guerra”, entre las calibre 12/70, las pistolas Smith &Weson, la Beretta, la Browning, los Winchester y hasta un fusil Máuser. A eso se le sumó el detalle de lo hallado en su casa, municiones calibre 12, 16, 22 y 44 más perdigones y pólvora sueltos, todos en buenas condiciones.
Pero mayor poder de fuego tuvo el tiro al aire con que el tribunal, en cuyo fuero 1 de cada 3 represores cumple domiciliaria, resolvió la cuestión. El juez César Álvarez propuso certificar los domicilios del hijo y yerno del marino, volver a ordenar pericias e informes al Renar para constatar nuevamente las condiciones de las armas y anoticiar a la Fiscalía para que inicie las investigaciones pertinentes sobre la posible comisión de un delito de acción pública. El Dr. Germán Castelli se limitó a rechazar el escrito presentado por el marino. El presidente del tribunal, Carlos Rosanzky, fue el único que votó por la revocación de la prisión domiciliaria para preservar la seguridad del imputado, su familia y los testigos del juicio. Argumentó también que el imputado no puede “ofrecer” al tribunal lo que no podía estar en su poder, y que hace más de un año el Registro había pedido al marino regularizar su situación sobre el material en cuestión.

Algunas querellas acompañaron el pedido de revocatoria con apelación en subsidio, a lo que se opuso el defensor oficial Adriano Máximo Liva, conocido por su encendida defensa del carnicero Luciano B. Menéndez en Córdoba en 2008, que dijo que el recurso no correspondía a las querellas, mucho menos en esta etapa del juicio. En un desconcierto general, el Tribunal afirmó que resolverá los planteos en la próxima audiencia, que será en 12 días. Mientras tanto Herzberg sigue en su casa sudando balas.

Antecedentes
El escandaloso hallazgo arroja varias reflexiones. Para empezar no es la primera vez que el TOF1 se enfrenta a este tipo de situaciones. En el juicio a Etchecolatz de 2006, el mismo tribunal le quitó la domiciliaria al jefe de las patotas de Camps a raíz de una denuncia del abogado querellante de la Asociación Anahí, que presidía la fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo Chicha Mariani, quien pudo comprobar que el genocida -condenado y procesado en varias causas simultáneas- tenía armas "en perfecto funcionamiento" guardadas en su chalet de Mar del Plata, en donde cumplía el arresto domiciliario.

En aquella oportunidad el mismo tribunal, con voto de Rozansky y Norberto Lorenzo, había sostenido que “un individuo condenado entre otras penas a 23 años de prisión por gravísimos delitos e imputado en autos de una serie de también gravísimos hechos criminales, que posee un arma calibre 9mm y 30 proyectiles, no puede estar en su casa”. El tercer magistrado, Horacio Isaurralde, votó en disidencia. Pero además se desestimó el hecho de que la suegra de Etchecolatz hubiera entregado el arma a la Justicia cuando se enteró de la denuncia y argumenó que “el peligro potencial de la situación no disminuye en lo más mínimo con la simple y voluntaria entrega del arma (...) ni por las alegaciones de su defensor en cuanto a su frágil salud”, consideraron los jueces. Y añadieron: “Quien cumpliendo largas condenas, antiguo y entrenado usuario de armas y municiones y beneficiado por un sistema que le permitió alojarse en su propio domicilio, conserva en su poder desaprensivamente un arma de semejante calibre y una cantidad considerable de balas, representa un peligro para síy para terceros”.

Por último, los jueces compararon el caso de Etchecolatz con el de otros represores, a los cuales se les revocó el beneficio de del arresto domiciliario por quedar demostrado que salían de sus casas sin ningún tipo de control: “Si un detenido con régimen de prisión domiciliaria puede perder el beneficio e ir a la cárcel por el sólo hecho de salir para jugar al tenis o ir a comprar el pan, repugnaría el más elemental sentido de equidad que no lo perdiera quien posee en su casa una Browning 9 mm de Fabricaciones Militares”.
Aquella resolución se había dado 3 meses antes de la segunda desaparición forzada del testigo Jorge Julio Lopez, ocurrida sobre el final del juicio. Y fue confirmada por casación un año más tarde por entender que el reo era " peligroso para sí y para terceros ".
Pero la lección no fue suficiente para el Estado nacional, improvisado responsable de otorgar la tenencia y controlar la circulación de armas.

En octubre de 2007, ante un pedido del Ministerio de Defensa, el Renar dispuso “la inhabilidad preventiva como usuarios de armas” de 162 militares procesados en causas por delitos de lesa humanidad. Por entonces se informaba que los reos, entre los que se contaba a los jefes Jorge Rafael Videla, Reynaldo Benito Bignone, Albano Harguindeguy, Ramón Genaro Díaz Bessone, al asesino Alfredo Astiz, al jefe del “Vesubio” Alberto Durán Sáenz y al agente del Batallón 601 Pascual Guerrieri, debían entregar revólveres y pistolas en diez días.

La decisión se había motivado en el escándalo que significó aquel hecho referido a Etchecolatz, sumado al caso Lopez, y a que el general Ernesto Alais, acusado de participar en la represión en Tucumán y procesado en la causa por el “Plan Cóndor”, había llegado ser presidente de la Federación Argentina de Tiro.

Desde el Ministerio de Defensa, entonces en manos de Nilda Garré, trataron de romper la inercia corporativa de las Fuerzas Armadas pasándole el Renar a la cartera de Interior. El titular del organismo, Andrés Meiszner, intentó explicar que “la resolución 197 del 2006 modificó los requisitos para habilitar la tenencia de armas de fuego y dispuso que la autorización cae ante la sustanciación de cualquier proceso judicial”. Supuestamente, por un antecedente penal se inhabilitaba preventivamente la tenencia, y las armas quedaban en custodia del organismo hasta que se terminara el sumario y luego se destruían, o bien se le daba curso a la Unidad Fiscal del Renar para secuestrar el arma. Muy prolijo pero, a la vista de los hechos del juicio FT5 de La Plata, inexistente.
Lo que se presentó como una medida específica para control de os procesados por los casos de crímenes del Terrorismo de Estado, era en realidad una tardía constatación de morosidad masiva de reempadronamiento de parte de los represores. De hecho la citada resolución, que puede verse en http://www.renar.gov.ar/index_seccion.php?seccion=legislacion_visualizar&m=3&ley=32&disp=si , estipulaba requisitos generales para acceder a la condición de legítimo usuario de armas de fuego, sean de uso civil o de uso civil condicional con el objetivo manifiesto de “optimizar el sistema de registración y el debido contralor de los usuarios”. Para ello reordenaba los requisitos: acreditar identidad, domicilio, medios de vida, inexistencia de causas penales, aptitud psico-física y la debida instrucción y papeleo.

Para el año 2012, el Renar informaba orgulloso que, por la vía del Plan de Desarme Voluntario, en los últimos diez años la portación y la tenencia habían bajado un 50 por ciento. El titular del organismo, Matías Molle, declaraba exhultante que “el kirchnerismo vino a cambiar la política de armas del Estado argentino”, porque “es el único país de Latinoamérica donde el organismo encargado de controlar las armas está a cargo de un civil”.

Sin hacer diferencia entre la regularización o quita de circulación de armas legales y la proliferación de armas ilegales, Molle confesaba la precariedad de actuación del máximo órgano del Estado nacional en la materia: “Lo primero que hicimos fue contactarnos con el Ministerio Público Fiscal y la organización H.I.J.O.S. Ellos nos dieron la información de las personas que estaban procesadas por delitos de lesa humanidad y con esa información empezamos a trabajar”. http://www.infojusnoticias.gov.ar/nacionales/uso-de-armas-inhabilitan-a-imputados-de-lesa-y-agentes-exonerados-842.html

Sin trabajo de inteligencia ni estadísticas propias, la gestión K subestimaba así las viejas mañas de los dinosaurios de la dictadura. Los antecedentes sobre el descontrol de las domiciliarias en el fuero Federal de La Plata tienen ya varios capítulos: el arma de Etchecolatz dio paso al otorgamiento de domiciliaria al médico represor de la Brigada de San Justo, Juan Antonio Vidal, que estuvo más de 8 años prófugo y fue hallado en su propio domicilio, a la fuga del jefe del Pozo de Banfield Juan Miguel Wolk de su casa de Mar Del Plata con ayuda de su hija policía, y a los paseos prohibidos en bicicleta del represor del Destacamento 101 Carlos Hidalgo Garzón desde un geriátrico abierto.

Privilegios
No es de extrañar para un proceso de juzgamiento que esperó a la segunda desaparición de Lopez y su escalada posterior en el amedrentamiento de testigos para poner en funcionamiento un programa específico de acompañamiento de los sobrevivientes llamados a declarar. Tampoco de una política del bombero, que necesitó el envenenamiento de Héctor Febres, prefecto preso en dependencias federales de la fuerza a la que pertenecía aunque había violado reiteradamente el arresto, para decretar que los custodios de los represores no podían ser sus propios camaradas de fuerza.

El incidente Herzberg reabre la discusión sobre el otorgamiento de beneficios extraordinarios a los peores asesinos de nuestra historia. La razón hegemónica parece ser enviar a los gerontes a su casa porque el Estado no posee infraestructura médica para tenderlos en prisión. Pero tampoco para controlar ese régimen aliviado.

En 2009 se modificó la ley 24.660, que rige la ejecución de penas, con su complementaria 26.472 y se amplió en su artículo 32 los supuestos en los cuales procedía la prisión preventiva bajo la modalidad de prisión domiciliaria, otorgando beneficios para mayores de 70 años, madres embarazadas o con niños pequeños y enfermos terminales. Se lo hizo sin realizar ninguna excepción al respecto cuando se tratara de procesados o condenados por delitos de lesa humanidad. El criterio de aplicación del beneficio, al no distinguir delitos graves de los comunes, es que debe regir igualitariamente, para “no generar discriminaciones donde la ley no hace diferencias”. L consecuencias de ese pretendido “igualitarismo” son nulas en una justicia de clase como la argentina, donde el 40% de los procesados por lesa humanidad gozan de la domiciliaria y la mayoría de los presos comunes de los servicios penitenciarios Federal y provinciales sufren la Prisión Preventiva como pena anticipada.

En los fundamentos de la sentencia que condenó a Herzberg en 2010 el juez Ronzasky señalaba que "es muy distinta una sociedad en la que los jóvenes se eduquen en una cultura del conocimiento cabal de su historia y con genocidas que cumplieron sus condenas en una cárcel común, que la de aquella en la que los condenados por gravísimos delitos contra la humanidad, disfruten del verano en City Bell, tomando un refresco al lado de la pileta de natación (...), ello es -a no dudarlo- sinónimo de impunidad".

Queda dicho por quien encabeza el tribunal que debe juzgar los delitos de una de las zonas más castigadas por la represión en la dictadura, a quien le secuestraron un testigo en democracia, a quien Etchecolatz le ganó una batalla a razón de amenazas logrando que se excusara de los próximos debates que lo involucran y, esta semana, a quien se le escapó por años un arsenal.

martes, 11 de agosto de 2015

Fuerza de tareas 5: Tercera audiencia : memoria de la dignidad obrera

(HIJOS-LA PLATA) Durante la tercera audiencia se escucharon los testimonios de 4 sobrevivientes de los CCD de la Armada y Prefectura. Los compañeros siguieron señalando la estructura represiva de los marinos y la complicidad de la burocracia sindical de ATE Ensenada en dictadura. Pese a este juicio, muchos crímenes de la Armada continúan impunes

En primer término se escuchó a Mario Pelaez, trabajador de Astillero Río Santiago que sufrió secuestro y torturas tres meses antes del golpe de Estado, lo que da cuenta que el accionar represivo, la inteligencia, los medios y el circuito de lugares de detención ya estaban planificados y en pleno funcionamiento previo al golpe.
Con dificultades para movilizarse pero con claridad y contundencia para expresarse, Pelaez contó que desde el '74 era era delegado del Sector Maniobras en el Astillero, fue detenido de de la casa de sus padres la madrugada del 16 de enero del '76 y fue llevado al BIM 3, donde sufrió torturas y estuvo 3 o 4 días desaparecido.
El testigo relató que reconoció el lugar porque antes de ingresar a trabajar en el Astillero, en el año '69, había trabajado en una reforma muy grande de albañilería y pintura que se había hecho en el BIM3.
Lo ingresaron por la calle paralela al paredón y por el portón que estaba sobre calle 126. El lugar donde estuvo detenido era la enfermería del Batallón, en un subsuelo que daba a los fondos del predio, lindando con el Hospital Naval. Allí lo ataron a una cama, con un colchón de goma pluma mojado, le conectaron cables a los pies y comenzó la tortura y los golpes. Lo interrogaban por la bomba la bomba en la Fragata Trinidad por el asesinato de un sargento del Ejército. Luego lo subieron a la planta alta, a una celda que reconoció porque él mismo la había pintado como parte de aquel trabajo.
Recordó que estuvo tirado varios días sin agua ni comida, y que escuchaba gente gritar con la tortura, pero no pudo ver ni reconocer a nadie. Un día lo cargaron tabicado en un móvil y lo llevaron a u lugar al 20 minutos del BIM, del que sólo recuerda que tenía un portón grande de ingreso de vehículos. Otra noche lo vinieron a buscar, lo cargaron en una camioneta y lo tiraron en el Km 500 de Temperley.
También relató que en esos días el Astillero y las fábricas de la zona estaban todas paradas pidiendo su liberación y aparición con vida. “Ese hecho fue el que permitió que yo pudiera volver”, dijo. Y cuando regresó a la fábrica a pedir ser reincorporado e Director del Astillero, Capitán de Navío Enrique Carranza, lo mandó a llamar para que fuera a la oficina a hablar con él. Él se fue a una asamblea y les planteó es que si Carranza quería hablar lo que tenía que hacer era venir a la asamblea. Era viejos conocidos, porque según contó Carranza tenía una costumbre: a partir de las asambleas adentro de la fábrica, que no estaban permitidas, se estaba permitido, nosotros nos tomábamos un tiempo entre lo que era el primer turno del comedor y el segundo turno y realizábamos las Asambleas, entonces Cada vez que terminaba la Asamblea, Carranza lo mandaba a llamar a su oficina lo interrogaba sobre lo que había planteado en la asamblea. Carranza murió impune en 2008 y su conducción de Astilleros y Fábricas Navales del Estado (AFNE), en los períodos '63/'76 y '84/'86, le valió el doble rasero de patrón y represor en la memoria de los trabajadores. La patronal y la Armada, en cambio, lo recuerdan como el "padre de la industria naval argentina".
Respecto a la actividad sindical, el testigo contó que en aquel momento había dos sectores claros en el Cuerpo de Delegados: la burocracia de ATE Ensenada que “quedaba siempre atrás de los conflictos”; y los combativos, no reconocidos y perseguidos por el gremio. Rememoró que ATE Ensenada “defendía al gobierno de Isabel contra los trabajadores, y como yo era opositor y tenía un enfrentamiento con Juan Horvat (Secretario General de ATE Nacional) porque le había ganado una pulseada en la lucha por la Ley 14.250, no hicieron nada por mi liberación”. Puntualmente, Pelaez se había ganado la enemistad del gremio por haber encabezado una reclamo que logró evitar que Isabelita viniera a celebrar la botadura de un buque. “Si venía la idea era no dejarla hablar”, recordó Pelaez.
Pero el señalamiento de la complicidad de la burocracia no fue sólo político, ya que el testigo contó que en una ocasión, mientras estaba detenido junto a Ana María Nievas (delegada de Astilleros) en la comisaría de Ensenada, se presentó el secretario de ATE local, Juan Carlos Marín, y ante el pedido de que interviniera por ellos los sindicó como “Montoneros” ante los captores y se desentendió del tema.
Hoy en día Marín sigue siendo parte de la conducción de ATE en un puesto de Secretario de Finanzas en Nación y en el Centro de Jubilados y Pensionados en Ensenada. Distinta fue la suerte de Pelaez, que tuvo que empezar de nuevo tras ser liberado y hasta recordó que en total sufrió en su casa 11 operativos de la Marina “y me robaron todo”.


EL CAPITÁN ENRIQUE CARRANZA, JEFE DE AFNE Y PATRÓN DEL ASTILLERO.

El segundo testigo fue el sobreviviente Pedro Niselsky, también trabajador y delegado combativo del Astillero que tras ser secuestrado fue pasado por el circuito Prefectura-Liceo Naval-Unidad 9- Cárcel de Caseros.
Como hicieron otros testigos, Niselsky relató el cierre del Astillero la primer semana del golpe de Estado, y dijo que ante ello siguió con su trabaja alternativo de albañil. Fue secuestrado en su casa de Berisso el 25 de marzo del '76 cuando había regresado a almorzar. Fue llevado encapuchado en un micro junto a otros detenidos a la sede de Prefectura. Allí estuvo parado y obligado a mantener los brazos en alto con amenazas y golpes a quien los bajara. También relató el traslado en Ferry hasta el Liceo o escuela Naval, donde pudo saber e otros detenidos de Astillero, Propulsora y Swift allí cautivos. Recibió todo tipo de torturas y perdió parte de la audición en el denominado “teléfono”, la tortura que consiste en golpes directos y reiterados sobre los oídos.
Despediod el Astillero mientras se encontraba secuestrado, Niselsky contó que luchó en soledad por su reincorporación, sin apoyo del gremio “ni antes, ni ahora, ni nunca”, dijo. Tal es su caso que con 73 años no se puede jubilar, porque al igual que a otros compañeros no le reconocieron los años de aportes. Agregó que en estos últimos años el mandamás de la fábrica, Vicente “Pachuli” Ignomiriello les había prometido ocuparse de gestionar los casos, pero no hizo nada. “Llevo una cruz roja en la frente”, dijo Niselsky, que señaló que recuperó su libertad recién en 1980. Al final de su relato recordó “una mochila muy pesada que tengo todos estos años”: el caso de su mujer, Reina Leguizamón, empleada del frigorífico Swift secuestrada en junio del '76 y llevada al BIM 3 con Marta Cáneva. Su cuerpo apareció mutilado en el camino Costa Sur de Magdalena y el caso continúa impune.


EL BURÓCRATA DE ATE ENSENADA, JUAN CARLOS MARÍN, (2do DESDE LA IZQUIERDA) BLANCO EN CANAS Y DISFRUTANDO DE LAS CENAS CON JUBILADOS.

Los dos últimos testigos fueron los hermanos Miguel y Roberto Aguirre, trabajadores del Swift secuestrados el 25 de marzo del '76, al igual que su hermano Juan, ya fallecido.
Miguel señaló que los tres hermanos fueron llevados encapuchados a la Escuela o Liceo Naval, y que en el viaje eran amenazados de tirarlos al río. Dijo que lo echaron del frigorífico sin siquiera un telegrama de despido y se negaron a reincorporarlo, por lo que se hizo taxista.
Roberto sumó en su relato un paso previo por la sede de Prefectura, antes de encontrarse con sus hermanos en la Escuela Naval. Allí reconoció además a un oficial de apellido “Amaya”, que estaba a cargo de los detenidos y a quien conocía porque de joven lo llevaba con sus hermanos a jugar al fútbol. Señaló la clásica “recibida” que otros sobrevivientes contaron que sufrieron al llegar a la Unidad 9, donde eran puestos en fila y molidos a palos por los penitenciarios y los marinos que los trasladaban. Roberto que también perdió su puesto en el Swuift y en la estación de servicio donde trabajaba, pasó 56 días en esa unidad penal, y sus hermanos 21 meses.

Por los casos de Niselsky y Pelaez está acusado el ex Jefe de la Prefectura Naval Puerto La Plata, Carlos José Schaller, ya condenado por 1 caso de secuestro y torturas cuando era Jefe de Prefectura en Campana en 1974, es decir en en pleno gobierno peronista de la ex bailarina de cabaret María “Chabela” Martínez, respaldada por la actual burocracia sindical de la CGT cuando fue llamada a indagatoria por la causa “Triple A”. En el caso de Peláez también está imputado el jefe de operaciones del BIM 3, Fernando Guitián, el único imputado que hoy cumple detención en la cárcel.
Los hermanos Aguirre no son tenidos como caso en este juicio ni en ninguna otra causa, pese a haber sufrido los mismos delitos, en la misma época y en los mismos lugares que otros tantos compañeros. Por ejemplo, si los hermanos fueron secuestrados en marzo del '76, ya estaba en su puesto de mando el prefecto Schaller. El oficial “Amaya” nunca fue citado a declarar. Esto es una muestra de lo que queremos significar cuando decimos que estos juicios fragmentados, así planteados, reproducen la impunidad.

Las audiencias continúan el lunes 10 de agosto a las 10 hs, con otra ronda de testigos sobrevivientes. Son Públicas y para presenciarlas sólo hay que acreditarse con DNI en la sede del Tribunal, calle 4 entre 51 y 53.

Publicado por HIJOS - La Plata 

lunes, 27 de julio de 2015

Miembros de la Armada y Prefectura a juicio en La Plata I y II



 (HIJOS LA PLATA )Miembros de la Armada y Prefectura a juicio en La Plata (I)
Por Eugenia Marengo

Son responsables de 40 casos de privación ilegítima de la libertad, torturas y homicidios.Hoy comienza el juicio que llevará al banquillo a ocho represores pertenecientes a la Armada y Prefectura Naval, culpados por 40 casos de privación ilegítima de la libertad, torturas y dos homicidios, en Berisso, La Plata y Ensenada.


A partir de las nueve de la mañana, el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°1, presidido por Carlos Rozanski dará inicio a la causa: “Fuerza de Tareas N°5 -Armada Argentina y Prefectura Naval Argentina- sobre Delitos de Lesa Humanidad”.

Durante la última dictadura militar, la Armada se reorganizó en “11 Fuerzas de Tareas”. A lo largo y ancho del país, se estableció una división territorial de la represión, cuya estructura se fue montando desde hacía décadas atrás. La región de La Plata, Berisso y Ensenada estaba controlada por lo que se denominó “Fuerza de Tareas N°5”, integrada por el Batallón de Infantería de la Marina (BIM 3); el Servicio de Inteligencia Naval, el Hospital Naval, el Liceo Naval, el destacamento de Prefectura de Río Santiago, los Centros de Detención Clandestina “La Cacha” e Infantería de Policía. Toda la zona ribereña estuvo controlada por la Marina.

Este circuito garantizaba un control permanente en un importante cordón fabril de la región que contaba con trabajadores de la Petroquímica Mosconi (YPF), Propulsora Siderúrgica La Plata, el frigorífico Swift de Berisso, Astilleros Río Santiago de Ensenada, entre otras fábricas. En un contexto de significativas luchas obreras en todo el país, en 1975 fueron parte de las históricas jornadas contra las políticas económicas de Celestino Rodrigo, ministro de Economía del gobierno de Isabel Perón. En ese marco, las sistemáticas persecuciones preanunciaban uno de los objetivos primordiales de cada golpe de Estado en nuestro país: reprimir a la clase obrera para desarticularla.

Con el fusil en la nuca

Tania Nuez tiene 39 años. Nació en Ensenada, tres meses antes de que se llevaran a su papá, Ricardo Nuez, trabajador de Astillero Río Santiago, militante del ERP. Hoy Tania recuerda a su papá desde distintas formas. En la hermandad de las luchas, con su militancia en HIJOS La Plata; en su trabajo en el Astillero; en el encuentro con los compañeros de su viejo; en el complejo y doloroso ejercicio de dar testimonio. Serán cuatro meses de juicio, y ella es una de las 110 testigos que se sentará con la convicción de que su relato sea parte de la búsqueda de verdad para todos los desaparecidos, asesinados y sobrevivientes del Astillero Río Santiago.

Fue durante la misma madrugada del 24 de marzo de 1976, cuando marinos y prefectos irrumpieron las calles y las fábricas de las ciudades ribereñas. “En Astillero a los primeros que levantaron fue a los delegados activistas de la lista opositora”, cuenta Tania. Los testimonios de los sobrevivientes, explican que la mayoría fueron llevados a la sede de Prefectura, en el Puerto de La Plata, luego derivados a dos circuitos: Liceo Naval y la Unidad N° 9, o a Infantería de la Policía, en la calle 1 y 60.

“Siempre cuentan que estaban trabajando con el fusil en la nuca”, dice Tania trasmitiendo el relato de ‘los viejos’, como le dicen a la generación de trabajadores de su papá. El nivel de control era total. Frente al Astillero, está la Escuela Naval Militar, mientras que desde adentro funcionaba un destacamento del BIM III. Este Batallón de Inteligencia de Infantería, actuó durante los primeros tres años de la dictadura bajo el mando de los comandantes de Marina Eduardo Fracassi, condenado en Bahía Blanca, Roberto Wulff de la Fuente y Oscar Abriata, entre otra decena de represores que no serán juzgados en este juicio.

La historia de Ricardo Nuez en el Astillero comienza en 1958, en la escuela de aprendices con tan solo 14 años. De ahí en adelante, para Ricardo fueron intensos años de paros, movilizaciones, toma de fábrica, seguidos de suspensiones, represión y permanentes desalojos por parte de la marina.

“Mis viejos son de Ensenada, en 1969 se casaron y al otro día se fueron a Villa Regina, en Río Negro.  Mi papá hizo la colimba allá. Trabajó en una fábrica metalúrgica que hacía maquinaria agrícola. Como no había seccional del gremio -la UOM- crearon una con otros compañeros. Ahí salió elegido delegado, y después de un tiempo, los jefes lo despiden, haciendo una campaña de difamación. Les hicieron creer a los compañeros que lo habían arreglado con plata para que se vaya”.

Como candidato a diputado por el PST, y militante del ERP, ya había motivos para su persecución en Río Negro. “En 1973 se vuelven para Ensenada, -después del asesinato de Rucci, me dice siempre mi mamá. Maneja dos años un remis, y en el ‘75 vuelve a Astilleros”, recopila Tania.
Publicado por HIJOS en 12:23

Miembros de la Armada y Prefectura a juicio en La Plata (II)
Por Eugenia Marengo

Los ex jefes de la Armada y Prefectura persiguieron y reprimieron sistemáticamente durante la ultima dictadura militar a la clase obrera con el fin de desarticularla.

Volver a Ensenada

El 4 de junio de 1975, Celestino Rodrigo, Ministro de Economía del gobierno de Isabel Perón, llevó a cabo un severo ajuste y devaluación que generó una gran crisis y como respuesta a este plan, las movilizaciones obreras no tardaron en salir a las calles. Fue durante los días 7 y 8 de julio cuando la huelga general paralizó al país. En Ensenada la marcha salió desde Astilleros, y en el camino se unieron a los trabajadores de Propulsora, siguieron por el camino Rivadavia hasta llegar a la seccional de la UOCRA, donde funcionaba la CGT. Allí fueron fuertemente reprimidos.

Al grito de “14.250 o paro nacional”, más de 10 mil obreros y obreras de todo el cordón fabril ribereño se hicieron escuchar. Esta medida de fuerza, terminó con la renuncia del ministro de Economía, y la homologación de los Convenios Colectivos de Trabajo, vigentes hasta hoy.

En las tardes de julio, el sol se deja de ver temprano. Ya eran las siete y la noche se les caía encima a los obreros y las obreras reunidos en multitud.  Estaba la desesperación de saberse lejos, de garantizar que ante la avanzada de la policía, había que regresar. Tania, trae una anécdota. Dicen, que en medio del tumulto, su papá hizo frenar un micro de línea para que suban todos los compañeros y puedan regresar a Ensenada. Regresaron. A pesar de la represión. Organizados de ida y de vuelta.

Con el transcurso de los meses, el hostigamiento se volvió permanente. Después del Golpe, los trabajadores fueron vigilados, perseguidos, torturados y desparecidos. En medio de la madrugada del 31 de julio del 1976, quince personas de civil entraron a la casa de Tania, uno de ellos con la cara tapada. Una de las primeras cosas que vieron fue un cuadrito, típico de esa época, que tenía una cigüeña, un sourvenir que recordaba su nacimiento. “El bebé dónde está”, dijo uno de ellos.

“De casualidad esa noche no estaba, porque dormía en lo de mi tía. Quizás si hubiese estado ahí, se llevaban a mi vieja también y yo sería una de las cuatrocientas apropiadas”.

“Quedate tranquila que no le va a pasar nada”, así le dijeron a Elsa Gómez la mamá de Tania, después despertarlos quince hombres armados en medio de la noche.

Elsa no llegó a ver en qué se lo habían llevado, si en un Falcon o un camión de Prefectura. A Ricardo Nuez no se lo vio más. Desde ese momento, Elsa no dejó de buscarlo. Salía todas las noches a hacer recorridas con su auto.

En esas recorridas Elsa no encontró a su esposo, pero vio cómo secuestraron en un Ford Falcon a dos personas, en distintos momentos: Mario Oscar Gallegos y Juan Carlos Blassetti, a quien siguió hasta la Prefectura, hoy desaparecidos. También, en sus consultas a la comisaría de Punta Lara, una vez se encontró con las ventanas de la comisaría tapiadas. “Ella misma se ponía en peligro”, reflexiona Tania.

Elsa ya ha declarado en el marco de los Juicios por la Verdad, y ahora lo volverá hacer en este juicio.

Los imputados y la Justicia

La causa contempla cuarenta casos, de los cuales hay nueve desaparecidos, veintinueve sobrevivientes, y dos homicidios.

Como imputados están, el Comandante de Operaciones Navales, Antonio Vañek, ya condenado a cuarenta años de prisión por la causa “Plan Sistemático”, por la apropiación de bebes. El Comandante de la Fuerza de Tareas N°5, Alberto Errecaborde. El director del Liceo Naval, Juan Carlos Herzberg, sentenciado por otras causas. El comandante del BIM 3, José Fernández Carró.  Los jefes de la Prefectura Naval del Puerto La Plata, Carlos Schaller y Luis Roca. El oficial de Prefectura, Eduardo Antonio Meza. El ex jefe de Operaciones de Inteligencia del BIM 3, Eduardo Fernando Guitán. Finalmente, Tomás Osvaldo Méndez, oficial de Prefectura Naval y Antonio Mocellini, 2do. Comandante del BIM 3, fallecieron antes de ser llevados a juicio.

La mayoría de los imputados llegará mañana a la instancia del juicio, con el beneficio de la prisión domiciliaria. Sólo Roberto Guitián, está detenido la Unidad N° 31 de Ezeiza. También estarán los testimonios de enfermeras del Hospital Naval que denunciaron la existencia de partos clandestinos en el predio.

“A mi casa entraron quince personas, pero por el caso de mi viejo hay un solo imputado” -afirma Tania y agrega-, “desde HIJOS, siempre decimos que estos juicios son fragmentados. Hay ocho imputados por cuarenta casos en una zona con cientos de detenidos y desaparecidos, donde funcionaron cuatro centros de detención clandestinos dependientes de la Armada. Mientras que en Astilleros solamente hubo 42 de desaparecidos”.

Luchas de ayer y de hoy

Desde el año 2007, Tania trabaja en Astilleros. Entró, porque los y las hijas de los trabajadores tienen prioridad, esto figura en el mismo convenio de trabajo por el que lucharon en aquellas jornadas de julio de 1975. Desde el área de control de calidad, Tania lo ha conocido por dentro, si bien tiene una tarea administrativa, también le permite recorrer los talleres e ir a los barcos, que se recuestan sobre el Río Santiago.

“Con los compañeros de mi viejo me contacté apenas entré, ávida de información. Fue muy lindo, me contaron anécdotas. Un día entré al taller de cobrería, donde trabajaba mi viejo, que pertenecía al área de chapa fina. La mayoría de los talleres son grises y están repletos de fierros, pero hay un lugar donde entra mucha luz y está lleno de plantas. Cuando lo vi, les dije ‘qué lindo es ese lugar’ y uno de los compañeros me dice que ahí era dónde mi viejo se sentaba todas las mañanas a tomar mate”.

Cada 24 de marzo, en el Astillero se recuerda a los/as trabajadores/as desaparecidos/as. Hay un monumento y placas con sus nombres. Este año hicieron una bandera con todas las caras, para llevarla a las marchas y jornadas. En este último 24, dice Tania, una madre se acercó a acariciar la foto del rostro de su hijo pintado en la bandera. “Ahí te das cuenta que lo importante son esas instancias, van porque algo de su hijo está ahí, en el Astillero. A mí misma me pasó. Cuando camino por el Astillero me imagino: mi viejo pisó acá, vio este amanecer detrás de la grúa como lo estoy viendo yo. Vio lo que yo veo ahora. Todos los días. El Astillero es amor. Es gigante de tamaño y de historia”.

Este año a Tania le toca declarar. La responsabilidad la siente por cada uno de los trabajadores que hoy no están. Por los cuarenta restantes, que no entran en este juicio. Por la lucha que continúa, en colectivo y organizada. Por su historia y la de todos/as. Cuando le toque, está segura de una cosa: “Voy a declarar, no sólo por mi viejo, sino por  todos los demás compañeros”.
Publicado por HIJOS en 15:48

domingo, 19 de julio de 2015

Primera audiencia, juicio Fuerza de Tareas 5

(HIJOS LA PLATA) 
La primera cosa a destacar de este juicio respecto a los últimos es el contraste que significó la cantidad de imputados, cuando veníamos de procesos grandes como Unidad 9, Circuito Camps y La Cacha, con más de 20 imputados cada uno.

Y si en la previa del juicio denunciábamos que 2 de los 10 represores imputados habían muerto impunes este año, y que de los restantes sólo 1 cumplía prisión efectiva porque los demás gozaban de la domiciliaria, sorprendió que sólo se sentaran en el juicio 6 imputados.
En efecto, no se hicieron presentes el Vicealmirante Antonio Vañek, ya condenado a 40 años de prisión por su participación en el Plan Sistemático de apropiación de hijos de desaparecidos, y supuestamente por encontrarse internado en el Hospital Naval con un dolor precordial. Tratándose del juicio a una importante estructura de la Armada en nuestra zona, la ausencia del reo de mayor rango en la fuerza se hizo sentir. Pero además, estuvo ausente el Comandante del BIM 3 José Casimiro Fernandez Carró, acusado por 7 casos de compañeros que pasaron por ese CCD, 3 de ellos desaparecidos. Sus letrados informaron una súbita bronquitis no informada en los días previos ante el Tribunal.

Entrando en la arena de las dilaciones, el abogado de Herzberg, plantó que su defendido no entendía lo que se estaba leyendo sobre él, y solicitó un cuarto intermedio para poder hacerle comprender lo que sucedía en la audiencia. El tribunal prosiguió con la lectura del requerimiento fiscal.

La querella del colectivo Justicia Ya La Plata solicitó al tribunal que los agentes del Servicio Penitenciario Federal que custodian a los imputados, dirijan su vista a los custodiados y no desafiantes al público. Ese planteo ya había sido realizado en el juicio por “La Cacha”, sumado a otro en que se pidió que los penitenciarios no portaran armas de fuego en la sala, dada la peligrosidad que implicaba para el público, los abogados, los jueces y hasta, si se quiere, para los propios imputados. En aquel debate el pedido ya había sido concedido, pero en escenario nuevo hubo que repetirlo.
Luego de un cuarto intermedio se dio lugar a las indagatorias de los imputados, quienes se ampararon todos en el derecho de no declarar.

El jefe de Prefectura Carlos Schaller, de 83 años, dijo que se lo recomendó su abogado. En su indagatoria de 2011 había dicho que mientras él se desempeño como Jefe de la Prefectura Puerto La Plata “no hubo detenidos en los calabozos, pero era una dependencia tomada por la Marina, que hacía pasar por ahí a los detenidos que traía a bordo de sus camiones, y los embarcaban sobre la dársena para llevarlos al Liceo Naval. Esa situación duró tres o cuatro días, y después ya no volvieron”. Según Schaller cuando asumió su puesto el 18 de marzo del '76 “le dije al Prefecto Pujol, que era el segundo en jerarquía del lugar, que se pusieran guante blanco para tratar a la gente que iban a traer”. La referencia vale tanto para el habitual uniforme de Marina como para los grandes delitos que se pretendía quedaran impunes.

El segundo jefe de Prefectura Luis Rocca, acusado por 12 casos de secuestro y torturas, no le siguió el relato a su jefe Schaller y se negó a declarar.
En el caso del Comandante de la FT5 Juan Errecaborde, acusado por 10 casos, incluidos 2 homicidios, se negó a declarar como lo hizo en todo el proceso.
El jefe de Operaciones del BIM 3, Eduardo Guitián, se llamó a silencio, pero se reservó el derecho de hacer una ampliación de la indagación cuando le tome la declaración fiscalía.
Coherente con su pérdida de lucidez el Director del Liceo Naval, Juan Carlos Herzberg, se amparó en el silencio. Lo mismo había hecho en el '99 en los Juicios por la Verdad y en 2011, ya detenido por hechos de este juicio y del CCD “La Cacha”.

El integrante del área de Inteligencia de Prefectura, Eduardo Meza dijo que no iba a declarar asesorado por su defensor. Simplemente intentó aclarar que él es suboficial, no jefe de subsección, y que estaba como encargado de la oficina de Inteligencia no como jefe. Meza, de 82 años, había hecho en 2007 una actuación ante el Dr. Durán, dudando si declarar o no. Finalmente se animó a decir que él estaba en Prefectura y en el Frigorífico Swift, en una oficina “donde llevábamos, eeeh, trabajos portuarios, los procedimientos que se hacían en el puerto, los procedimientos, todos sobre delitos delitos, penales” y que en el Swift colaboró “en el Departamento Protección, como un hombre más de Protección, pero en la lucha siempre contra el robo organizado que había adentro del frigorífico”. Cuatro años más tarde reconoció ante la Cámara federal platense: “Yo ingresé al frigorífico Swift en el año 1969, pidiendo autorización a Prefectura, porque el sueldo no me alcazaba para costear los estudios de mis hijas, que estaban estudiando en la facultad, y de Prefectura me autorizaron. Hablé con los gerentes del frigorífico, que eran dos Prefectos retirados. Uno se llamaba Juan D´angelo y el otro Mangin Gavernet, e ingresé como supervisor del departamento de protección”. Claro que estos detalles, y la fábula de que no utilizaron la estructura formal para reprimir, Meza y sus camaradas de armas se los están guardando para más adelante.

GENOCIDAS en el JUICIO. 
Tras este festival de silencios y omisiones, las distintas defensas de los represores solicitaron que, en razón de los informes del Cuerpo Médico Forense y diversos certificados a salud, se permita a 5 de los 8 imputados no asistir a las audiencias. El TOF 1 resolvió, por mayoría de Álvarez y Rozansky, que los imputados van a estar en la sala de audiencia, sin perjuicio de que se podrá estudiar cada caso por algún problema de salud. De corazón más blando ante los pobres militares seniles el juez German Castelli, en disidencia y en virtud del art. 380, toma el mismo criterio que tomó cunado integró el tribunal en la causa ESMA II.
Para finalizar las dilaciones de las defensas, uno de los abogados planteó que el público “molesta y es irrespetuosa en todo lo que puede” y pidió su expulsión de la sala.

Finalmente el Tribunal decidió realizar un cuarto intermedio hasta el lunes 3 de agosto, donde se continuará con las indagatorias de los ausentes Vañek y Fernández Carró. Además, ese día se abrirá la ronda de testigos que, a buen criterio del Tribunal, seguirán un orden cronológico respecto de los hechos juzgados.

LA ESQUINA. Foto: Fpds-cn La Plata Berisso Ensenada
PRÓXIMAS AUDIENCIAS
LUNES 3 Y MIÉRCOLES 5 DE AGOSTO
9 HS – 4 e/51 y 53.

HIJOS La Plata.
13 de JULIO de 2015

martes, 14 de julio de 2015

Represores se negaron a declarar en juicio iniciado en La Plata



Son seis ex-militares de la Armada y la Prefectura Naval que actuaron contra unos 30 trabajadores del Polo Petroquímico. Otros tres estuvieron ausentes. Hay secuestros, torturas y dos homicidios.

Seis represores de la Armada y de la Prefectura Naval se negaron a declarar en el marco del juicio que se les inició hoy por dos homicidios y los secuestros y torturas a más de una treintena de trabajadores del Polo Petroquímico de La Plata durante la última dictadura cívico militar.

Se trata del ex comandante de la Fuerza de Tarea 5 (FT5), Jorge Alberto Errecaborde; el ex director del Liceo Naval y también comandante de la FT5, Juan Carlos Herzberg; y los ex jefes de la Prefectura Naval zona Río de La Plata, Carlos José Ramón Schaller y Luis Rocca y el oficial Eduardo Antonio Meza.

Estos imputados se negaron a declarar "por consejo de sus abogados" ante el Tribunal Oral Federal 1 de La Plata, que preside el juez Carlos Rozanski, que comenzó hoy a juzgarlos en la sede de la ex AMIA en La Plata.

También están imputados, pero estuvieron ausentes de la audiencia por problemas de salud, el ex comandante del Batallón de Infantería de Marina Nº3 (BIN3), José Casimiro Fernández Carró, y ex comandante de Operaciones Navales, Antonio Vañek.

Los seis represores, todos ellos octogenarios, ingresaron esposados en medio de una silbatina y gritos de "asesinos" por parte del público y las organizaciones de derechos humanos presentes en el lugar.

Antes de empezar la audiencia, la querella pidió al Tribunal que los tres agentes del Servicio Penitenciario Federal que custodiaban a los seis represores dejaran de mirar hacia el público, lo que interpretaban como algo intimidatorio, y giraran a mirar a los imputados; lo que de inmediato ordenó el presidente del Tribunal.

Los cargos. La audiencia comenzó con la lectura de los cargos que se imputan a los seis imputados presentes, tras lo cual se pasó a un cuarto intermedio para evaluar un pedido de la defensa oficial del represor Juan Carlos Herzberg.

"Mi defendido tiene problemas de comprensión, no entiende lo que se está leyendo (en alusión a los cargos en su contra)", expresó el abogado del ex director del Liceo Naval, lo que generó las burlas y gritos del público, aunque cuando Rozanski le preguntó a Herzberg si entendía lo que le decía, el represor dijo que si pero que no iba a declarar.

En esta primera audiencia se leyó, específicamente, la responsabilidad de cada imputado en la desaparición de 3 personas; 36 secuestros y torturas y los homicidios de Miguel Orlando Galván Lahoz y Roberto Pampillo, perpetrados por la Armada y la policía bonaerense el 19 de octubre de 1976 en 7 y 58 de La Plata, pleno centro de la capital bonaerense.

El aparato. De acuerdo a lo acreditado en la causa, la Armada funcionó reorganizando sus once Fuerzas de Tareas desplegadas de norte a sur del país y en la región de La Plata, Berisso y Ensenada operó a través de la denominada Fuerza de Tareas Nº 5.

Los marinos tuvieron una importante participación en la intervención de sindicatos y fábricas de la zona del parque industrial de Berisso y Ensenada, como Propulsora (grupo Techint), el Swift, Astilleros Río Santiago e YPF, entre otras.

Según la fiscalía, el accionar de la Fuerza de Tareas 5 consistía “en la individualización, mediante tareas de inteligencia, de aquellos trabajadores que tenían algún tipo de participación en actividades gremiales o sindicales”.

Estos trabajadores eran trasladados a dependencias que habían quedado bajo la órbita de la FT5 “principalmente la sede Prefectura Naval de La Plata y al Liceo Naval Militar, y en algunos casos al B.I.M 3 y al Hospital Naval- donde eran interrogadas y torturadas, y finalmente su derivación al centro clandestino de detención que se hallaba en la calle 1 y 60 de la Ciudad de La Plata, a la Unidad Penitenciaria N° 9 de La Plata o a la Unidad Penitenciaria n° 8 de Olmos”.

Este accionar comenzó el mismo día del golpe militar, el 24 de marzo de 1976, cuando se produjeron detenciones masivas en los domicilios particulares de los trabajadores, en las ciudades de Berisso y Ensenada.

Schaller está acusado de 18 casos de privaciones ilegítimas de la libertad; Rocca de 12; Fernández Guitián de 7 privaciones ilegítimas de la libertad y dos homicidios; Meza 10 privaciones ilegítimas de la libertad; Errecaborde 8 privaciones ilegítimas de la libertad y dos homicidios y Herzberg 1 privación ilegítima de la libertad.

El juicio pasó a un cuarto intermedio hasta el próximo lunes 3 de agosto, una vez concluida la feria judicial por el receso invernal

 Por Redacción Diagonales  - @diagonalesweb

jueves, 2 de julio de 2015

La Armada y Prefectura al banquillo en La Plata.

Comienza el juicio por los crímenes de la Fuerza de Tareas 5

El próximo lunes 13 de Julio a las 9 de la mañana dará comienzo el juicio contra 8 represores de la Armada y la Prefectura Naval por los crímenes cometidos en dictadura contra 40 compañeros en el accionar de la denominada “Fuerza de Tareas 5”. A más de un año de elevada a juicio, la causa incluye una cantidad ínfima de los casos de obreros desaparecidos de la región industrial de La Plata, Berisso y Ensenada. Por la tardanza de la justicia ya murieron impunes 2 de los 10 procesados.

LA REPRESIÓN A LAS LUCHAS
La región de Ensenada, Berisso y La Plata fue en las décadas del '60 y '70 una de las regiones más combativas en cuanto a reclamos sociales, pero sobre todo sindicales, con una gran organización y unidad en la clase trabajadora, donde abundaban las asambleas, las movilizaciones, los paros y las tomas de fábricas en reclamo por mejoras en las condiciones laborales, por el pago de sueldos atrasados, aumentos salariales, y por la entrada en vigencia de los convenios colectivos de trabajo.
En este contexto obreros de ASTILLERO RÍO SANTIAGO, PETROQUÍMICA MOSCONI, PROPULSORA Y SWIFT, junto con otros de distintas fabricas (SIAP- INDECO- KAISER ALUMINIO- DOCENTES-NO DOCENTES- MUNICIPALES) protagonizaron en junio del 75 una jornada histórica conocida como el “Ensenadazo”, en reclamo contra las políticas económicas impuestas por el ministro de economía de Isabel Perón, Celestino Rodrigo. Se buscaba la homologación de la ley 14.250 de Convenios Colectivos de Trabajo. Al grito de “14.250 o paro nacional” estos 10.000 trabajadores marcharon de Ensenada a La Plata y congregados en la sede de la CGT local fueron salvajemente reprimidos. Días después y como resultado de la profundización de medidas de fuerza en todo el país, renunciaron Rodrigo y López Rega, y se consiguieron los convenios.
La Armada Asesina funcionó en dictadura reorganizando sus 11 Fuerzas de Tareas desplegadas de norte a sur del país, desde el Alto Paraná al Atlántico más remoto. En nuestra zona operaba a través de la denominada “Fuerza de Tareas Nº 5”, desde el BIM 3 y en conjunto con el Servicio de Inteligencia Naval (SIN), el Hospital Naval y el Liceo Naval, más el destacamento de Prefectura de Río Santiago y, por lo menos, los CCD “La Cacha” e Infantería de Policía (1 y 60). Los marinos tuvieron fuerte participación en la intervención de sindicatos y fábricas de la zona del parque industrial de Berisso y Ensenada, como Propulsora (grupo Techint), el Swift, Astilleros Río Santiago e YPF.
Varios militantes de aquella época recuerdan que la misma madrugada del 24 de marzo del '76 los marinos y prefectos recorrieron las ciudades ribereñas y las fábricas en micros de línea con los que detenían a los trabajadores, que primero fueron llevados a centros de detención propios y, en algunos casos, luego derivados a otros de otras fuerzas.
La mayoría de los compañeros liberados que serán parte del juicio que comenzará en poco tiempo, fueron llevados primero a la sede de Prefectura, en el Puerto de La Plata, y luego derivados en dos circuitos: al Liceo Naval y a la Unidad 9, o bien a 1 y 60 y blanqueados en la U9. Pero también actuó el BIM 3. Funcionó durante los primeros 3 años de la dictadura bajo el mando de los comandantes de la infantería de Marina Eduardo Fracassi (hoy juzgado en Bahía Blanca), Roberto Wulff de La Fuente y Oscar Abriata, y han sido identificados decenas de represores como los vicealmirantes Luis Mendía, Antonio Vañek, Pedro Santamaría, Juan Lombardo, el capitán de Fragata Biglioni (alias “Pato”) y el capitán de corbeta Galindez (alias “Lobo” o “Bruto”). Ninguno de ellos estará en el juicio. Las denuncias de ex enfermeras del Hospital Naval sobre nacimientos clandestinos en el predio, y de ex detenidos sobre el paso de militantes secuestrados desde ese lugar y hacia otros CCD, son conocidas por la justicia desde hace décadas.
Las burocracias sindicales, encabezadas en ATE Nacional y Ensenada por Juan Horvat y Juan Carlos Marín (respectivamente) y en la UOM por Rubén Diéguez, cumplieron el rol de intentar desmovilizar las luchas del sector obrero combativo, y colaboraron con la estructura represiva que desplegó la Fuerza de Tareas 5. Horvat, cabeza de la lista Azul y Blanca, tenía diálogo habitual con el capitán de navío Enrique Carranza, presidente de AFNE (Astilleros y Fábricas Navales del Estado), y con el titular de Defensa Tomás Vottero, y no movió un dedo por los más de 42 desaparecidos, la decena de asesinados y los 200 presos políticos de Astilleros. Marín sale a decir hoy que “la historia de ATE Ensenada no es de izquierda ni derecha”, cuando por acción o inacción jugaron el rol de cómplices civiles de los marinos asesinos.
La elección de cuerpos de delegados combativos y la creación de Coordinadoras de Gremios en Lucha, con las bases y por fuera de la burocracia adepta a las patronales, dieron cuenta por entonces del poder de la clase obrera, unida, organizada y decidida a luchar, por sus derechos pero por el Socialismo. Claro que para ser acallada, suspender las conquistas e imponer un sistema económico como el padecido hasta hoy, los que ostentan el poder político y económico debieron recurrir a un GENOCIDIO.

EL JUICIO
A comienzos de marzo de 2014 el extinto juez Humberto Blanco elevó la causa N°35 a juicio oral, con una investigación fragmentada y con una reciente segunda tanda de querellantes recién presentada por el espacio Justicia Ya. Blanco dio lugar al minúsculo requerimiento de los fiscales Molina, Schapiro y Fernández en el caso: en total 10 genocidas por 40 casos para una zona que, junto con Capital Federal, Mar Del Plata y Bahía Blanca, fue diezmada por las patotas de la Marina. En el camino murieron impunes 2 de los represores, así que vamos descontando.
En pocas semanas dará comienzo un juicio que tiene como imputados a sólo 8 GENOCIDAS POR 40 CASOS, en una zona con cientos de detenidos-desaparecidos y asesinados, y donde funcionaron 4 CCD de pendientes de la Armada.
Con esto, no se está elevando más que una ínfima parte de los partícipes de los hechos en juzgamiento, porque nuevamente la Justicia adopta un criterio imputativo por el cual, solo algunos de los mandos superiores es indagado por los delitos cometidos. Aún así, el juicio incluirá los casos de 29 sobrevivientes, 9 compañeros desaparecidos y 2 asesinados. La cifra no es representativa de lo que fue la represión en la zona, cuando sólo en el Astillero hubo 42 desaparecidos.
Pero una vez más, la mayoría de los acusados llegan al juicio con el beneficio de la prisión domiciliaria. Están tranquilos en sus casas:
ANTONIO VAÑEK (Comandante de Operaciones Navales) ya fue condenado a 40 años de prisión por “Plan Sistemático” de apropiación de bebés; JUAN ALBERTO ERRECABORDE (Comandante de Fuerza de Tareas N°5), imputado por el secuestro y torturas de 10 compañeros (2 de ellos asesinados); JUAN CARLOS HERZBERG (Director de liceo naval), ya sentenciado a 10 años de prisión por la apropiación de Natalia Suarez Nelson Corbalán, y a 12 años en el juicio por el CCD “La Cacha”; JOSÉ FÉRNANDEZ CARRÓ (Comandante del BIM3) está acusado por los secuestros y torturas de 7 compañeros que pasaron por ese CCD; CARLOS SCHALLER y LUIS ROCA (Jefes de Prefectura Naval Puerto La Plata) imputados por casi 20 casos de secuestros y desapariciones a manos de la FT5; y EDUARDO ANTONIO MEZA, (oficial de Prefectura) imputado por 10 casos de secuestros y desapariciones en su colaboración con la FT5.
El único represor detenido del grupo es ROBERTO GUITIÁN (Jefe de Operaciones e Inteligencia del BIM3) , alojado en la Unidad 31 de Ezeiza, acusado de 7 secuestros y 2 homicidios. TOMÁS OSVALDO MÉNDEZ (oficial de Prefectura) y ANTONIO MOCELLINI (segundo Comandante del BIM3) murieron impunes este años antes de llegar al juicio. La tardanza del Estado les impedirá responder por esos crímenes. Que en Paz No Descansen.

NUESTRA POSICIÓN
Desde HIJOS LA PLATA, y ante el discurso de la presidente Cristina Fernández pidiendo reconciliación en los actos por el 25 de Mayo, decimos como lo venimos haciendo hace 20 años, que nosotros no olvidamos, no perdonamos y NO NOS RECONCILIAMOS. Porque los genocidas mueren impunes, porque solo han condenado a menos de 1 represor por cada uno de los 600 centros clandestinos que funcionaron en el país, porque todavía faltan restituir 400 jóvenes apropiados, porque hay más de 200 desaparecidos en democracia, por los miles de casos de pibes asesinados por gatillo fácil, porque el aparato represivo sigue intacto y sigue protegiendo a personajes como el ex jefe del Ejército Cesar Milani. Y aunque quieran tapar la memoria convirtiendo los centros clandestinos como el BIM 3 o la ESMA en la Disneylandia del terror, seguiremos exigiendo juicio y castigo a todos los genocidas y sus cómplices de la burocracia sindical, por todos los compañeros, cárcel común, perpetua y efectiva.

- JUICIO Y CASTIGO A TODA LA ARMADA ASESINA.
- BASTA DE BENEFICIOS A LOS REPRESORES.
- JUSTICIA POR LOS OBREROS DETENIDOS-DESAPARECIDOS Y ASESINADOS DE NUESTRA REGIÓN.
- BASTA DE BANALIZAR LOS EX CCD.
- INDAGATORIA YA AL GENOCIDA CESAR MILANI.

HIJOS La PLATA
Julio 2015

Las audiencias se realizarán en el ex edificio de la AMIA (4 entre 51 y 53) todos los lunes y miércoles. Son públicas y se pueden presenciar acreditándose con DNI.

Las audiencias se realizarán en el ex edificiod e la AMIA (4 entre 51 y 53) todos los lunes y miércoles. Son públicas y se pueden presenciar acreditándose con DNI.

Para seguir los detalles del juicio y consultar materiales complementarios, visitá:
http://juicioft5.blogspot.com.ar/

martes, 28 de abril de 2015

JUSTICIA YA! LA PLATA EXIGE EL INMEDIATO ESCLARECIMIENTO DEL ATENTADO AL TESTIGO DE IDENTIDAD RESERVADA

COMUNICADO DE PRENSA

 El día de ayer en horas de la madrugada fue perpetrado un atentado armado en el barrio platense de Hernandez, a la casa donde se encontraba un testigo de identidad reservada en una causa de Lesa Humanidad. En la misma fue herido un miembro de la Policía Federal que estaba de custodia en la puerta.

          Una vez más debemos reiterar que la seguridad de los testigos, abogados y querellantes en los juicios es absoluta responsabilidad del gobierno y la justicia.

          Como lo hemos denunciado repetidas veces, queda demostrado que no existe protección posible a los testigos en tanto la mayoría de los genocidas se encuentre libre o en cárceles vip, desde donde  pueden planificar y hacer ejecutar amenazas,  atentados,  desapariciones y asesinatos como en los casos aún impunes de Jorge Julio López y Silvia  Suppo.

          Desde Justicia Ya exigimos el inmediato esclarecimiento de este atentado y el juicio y castigo en cárcel común y con penas de cumplimiento efectivo a todos los genocidas sean civiles o militares ya que los juicios parciales y cada vez más tardíos son funcionales a este tipo de amenazas y atentados. Esta es la única garantía posible para que hechos como estos no se vuelvan a repetir.
                                                                                          28 de Abril de 2015

miércoles, 11 de marzo de 2015

La justicia desbarató una maniobra de Etchecolatz para conseguir la libertad

Con un intrincado cálculo matemático, el represor había solicitado salir de prisión de forma condicional   -   Con una interpretación forzada de la vieja ley de "dos por uno", su defensor oficial sostuvo que el ex mano derecha de Ramón Camps había estado preso 24 años. El TOF Nº 1 rebatió estos argumentos y negó el pedido del genocida.

Néstor Espósito

El tribunal que condenó a prisión perpetua a Miguel Etchecolatz desbarató una maniobra judicial para dejarlo en libertad a finales de 2015. Mediante un complicado cálculo matemático que se basó sobre una interpretación forzada de la derogada ley del "dos por uno", el defensor oficial de la ex mano derecha de Ramón Camps, detenido efectivamente en abril de 2001, sostuvo que el represor llevaba cumplidos al 7 de noviembre de 2013 un total de "24 años, cuatro meses y 11 días" de encierro. Y en consecuencia, siempre según esta interpretación, la prisión perpetua como tal cedía en sus efectos, a punto tal de permitirle a Etchecolatz la libertad condicional "a partir del 15 de diciembre de 2015".

El Tribunal Oral en lo Federal Nº 1 de La Plata, integrado por Carlos Rozanski, Mario Portela y Roberto Falcone, no aceptó ese razonamiento, formulado por el defensor oficial de Etchecolatz, Martín Adrogué.
Según documentación a la que accedió Tiempo Argentino, tras dos sentencias en procesos diferentes pero siempre sobre el mismo origen –los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura–, Etchecolatz fue condenado a una "pena unificada" a fines de 2013 de "prisión perpetua, inhabilitación absoluta perpetua, accesorias legales y costas".

Pero el defensor oficial Adrogué hizo hincapié en "la doble condición que reunió Etchecolatz (de condenado y de procesado con prisión preventiva)", simultáneamente. De tal forma, en uno de los procesos, estuvo en prisión preventiva durante más de dos años mientras regía la ley del dos por uno, de modo que cada uno de esos días –hasta que la condena quedó firme– debían computarse dobles. Pero, como además, otros tribunales procesaron con prisión preventiva a Etchecolatz en otras causas, desde los dos años posteriores a la detención, es decir el 5 de abril de 2003, "hasta la actualidad debe computarse doble el tiempo de detención". Si bien la ley del dos por uno fue derogada, cuando el represor fue detenido estaba vigente y, en consecuencia, debe alcanzarlo el principio de la aplicación de la "ley más benigna". Así, esta compleja alquimia indicaba que 13 años se transformaban en casi 25. "Adrogué citó jurisprudencia de la Cámara Federal de Casación Penal y de la Corte Suprema de Justicia, en ese sentido", explica el fallo.
 
El tribunal hizo otra cuenta. "A partir de la detención de 2001, Etchecolatz nunca obtuvo la libertad pues, a más de las condenas firmes, ha sido procesado con prisión preventiva para distintas causas, una de ellas con sentencia no firme, una en pleno juicio y otras en las que no se ha celebrado debate". En ese contexto, los jueces subrayaron que "la detención es una, con independencia de la cantidad de procesos para los que Etchecolatz se hallara paralelamente con prisión cautelar o condenado".

Dicho de otro modo, no hay un doble estándar. Los jueces reafirmaron que "a partir de que Etchecolatz comenzó a transitar su detención en calidad de condenado con sentencia firme, debe cesar o el cómputo doble de la prisión cautelar para cualquier otro expediente pues la doble calidad de condenado con sentencia firme y procesado con prisión preventiva significa la coexistencia de dos estados procesales que tienen en común una única base fáctica, una única detención". Por eso, los magistrados entendieron que "mal podría en esas condiciones efectuarse un cómputo simple del tiempo de condena y uno doble del de prisión preventiva".

Etchecolatz fue condenado en  1986, en 2006 y a fines de 2013. Actualmente está siendo juzgado por los hechos ocurridos en el centro clandestino La Cacha. Todos los expedientes recorrieron completa la maraña judicial de apelaciones y confirmaciones. A fines del año pasado, el TOF unificó las condenas en prisión perpetua. Próximo a cumplir 85 años, Etchecolatz aún no había dicho ante un tribunal la escalofriante frase que pronunció el 5 de febrero pasado: "Por mi cargo y jerarquía me tocó matar, pero no sé cuánta gente."

lunes, 23 de febrero de 2015

Gauto genocida prófugo, localizado gracias a argentinos residentes en Israel

Teodoro Aníbal Gauto es uno de los represores buscados
Gauto, el represor prófugo que habló con la TV de Israel

Gauto cambió su nombre por Yossef Karmel, identidad con la que es conocido en Israel, adonde llegó en 2002. El jueves 19 de febrero el canal 1 de la televisión israelí emitió un informe en el que el represor dio una entrevista telefónica.


 Un informe de la televisión israelí denunció la presencia en ese país de Teodoro Aníbal Gauto, prófugo de la justicia argentina por delitos de lesa humanidad. A Gauto se lo busca por la causa caratulada “Expte. Nº 16.419 “Arias Duval, Alejandro Agustín; Di Pasquale, Jorge Héctor; Romero Pavón, Carlos María y otros s/ homicidio, privación ilegal de la libertad, tormentos y sustracción de menores”, según la página del Programa BUSCAR del Ministerio de Justicia de la Nación.

La presencia de Gauto en Israel fue dada a conocer de modo masivo este jueves 19 de febrero a través de un informe difundido por el Canal 1 de la televisión local, que fuera transmitido nuevamente en el mediodía de este sábado, y fue realizado por el periodista de origen argentino Shlomo Slutzky quien logró entrevistarlo en forma telefónica para su nota audiovisual.

El periodista le dijo a Télam que dio con el paradero del prófugo "en el marco de las investigaciones por la desaparición del primo hermano de mi padre y del juicio de La Cacha". Gauto cambió su nombre por Yossef Karmel, identidad con la que es conocido en Israel, salvo por la colonia argentina de la ciudad norteña de Kiriat Bialik, adonde se trasladó al salir de la Argentina en el año 2002 junto a su familia, cuando una gran cantidad de emigrados poblaron esa ciudad gracias a las facilidades de radicación ofrecidas a los inmigrantes de origen judío y sus familias (su esposa profesa la religión judía).

Hoy, según fuentes que pidieron a Télam no ser identificadas, Gauto vive junto a los suyos en la ciudad costera mediterránea de Haifa. El prófugo, quien en un primer momento había accedido a una entrevista personal con Slutzky, se arrepintió y le otorgó una charla telefónica en la que dijo lo siguiente: “Mientras yo esté en este país (Israel), y medianamente pueda estirar el tema, es decir, jugar con el tema de que no hay extradición, seguiré acá. Si yo voy a Argentina y me presento me van a encerrar en un calabozo, y yo..., obviamente, no estoy preparado para eso”, dijo en el informe televisado.

Gauto agregó: “Yo no tengo ideología y en aquella época, tenía 20 años, y me interesaba tener la pilcha nueva, la ropa nueva, por eso entré a trabajar ahí”. Y agregó: “Mi trabajo era confeccionar fichas con nombres y apellidos de una lista que me llegaban, en algunas decía comunista; en otras, marxista-leninista, y todos los datos que podían tener estas personas. Ese fue todo mi trabajo”, afirmó.

En tanto, el informe del Canal 1 permite escuchar testimonios de algunos de los argentinos que tuvieron contacto con él y desconocían su pasado. “Era un tipo agradable, divertido, me encantaba, me caía muy bien, pero llamaba la atención que no hablaba del pasado cuando recordábamos los tiempos en Argentina. Eso era raro y me daba sospechas”, detalló una mujer.

Otro testimonio, de un hombre que lo conoció, detalló que cuando se enteraron de que podía estar involucrado en delitos de lesa humanidad fueron a la “computadora” y se “asustaron” de lo que encontraron.

Una ex amiga de la actual esposa de Gauto, relató: “Hace poco tiempo Silvia me confió que su esposo estaba prófugo por delitos de lesa humanidad, pero me aclaró que él no tenía nada que ver. La cuestión es que para mí fue terrible y no pude volver a verla”.

El informe -que dura unos 27 minutos- muestra la declaración jurada firmada por el prófugo que le permitió ingresar a Israel. El texto, que data del 15 de noviembre del 2002, dice: “Con motivo de emigrar desde la República Argentina hacia Israel los suscriptos no tienen causas penales en su contra como así también no existen créditos exigibles, ni fraude a ningún presunto acreedor, que la salida del país se hace en forma pública y notoria y no subrepticia”.

También consta en el informe televisivo que Gauto fue “detenido en 1981 en España por el uso de documento falso y luego en el 2003”. También figura una “causa por defraudación contra la administración pública nacional, se ordena su captura internacional y la misma es dejada sin efecto en el año 2009”.

Al respecto, Gauto manifestó: “Yo trabajaba en el BCRA y quise cobrar unos bonos y tengo una causa por defraudación... también estuve un fin de semana en Devoto, o algo por el estilo”. Sobre la declaración jurada dijo: “Sí, se puede decir que haya firmado. Y todo eso puede ser usado en mi contra para que Israel me pueda volver a enviar a Argentina”.